Nací en Guadalajara,
el veintidós de febrero de 1993. Mis padres, José de Jesús y María Alicia,
doctor pediatra y psicóloga. Soy la más pequeña de cinco hijas, la mayor, Miriam,
vive en Italia (la principal causa de que me encante viajar), tiene una hija llamada
maya y tiene 5 años. Karla, vivió unos años en Cancún, pero actualmente vive en
Guadalajara; tiene dos hijos, Axell, de 15 años y mauro de 6. Mis hermanas
gemelas Perla y Sandra, Perla vivió unos años en Vallarta, al igual que Karla,
actualmente vive en Guadalajara y tiene un hijo llamado Emiliano de 4 años; y
por último, Sandra que siempre ha vivido en Guadalajara y tiene una niña
llamada Valentina de 2 años. En resumen, mis padres médicos, cuatro hermanas
mayores y cinco sobrinos.
El primer viaje que realicé la
verdad es que no me acuerdo cuando ni cuál fue, por eso prefiero hablar de los
actuales, los más recientes.
A mi mamá le encanta Guanajuato, así
que muchos de los viajes familiares siempre habían sido ahí, y era un poco
cotidiano porque siempre visitábamos las mismas cosas, los mismos lugares, el
mismo hotel, y siempre íbamos las mismas personas; así que esos viajes
familiares eran aburridos (ya sea puerto Vallarta, Guanajuato, Zacatecas o
cualquier otro destino). Hablo ya de cuando tenía aproximadamente ocho o nueve
años.
Cuando tenía 12 años, fue mi primer
viaje largo, para mí era algo nuevo, ya que nunca había pasado más de 15 horas
en aviones, más todas las horas que pasas en aeropuertos. Fue mi primera
experiencia que jamás olvidaré; y como
mencioné hace rato, mi hermana Miriam vive en roma y fue por ella que decidimos
visitarla. Aquella vez fuimos solamente mis papás y yo. Fuimos en tour, fueron
muchos aviones Gdl-Méx-Amsterdam-París-Madrid-Roma y de regreso los mismos pero
en el orden contrario.
Al llegar a parís, obviamente todo
era diferente (empezando por el idioma). Fue un viaje en el que las compañeras
de tour decían: “a dormir a su casa”, y se referían a que íbamos a aprovechar
el máximo y no desperdiciar tiempo durmiendo en el hotel y descansando.
Tras visitar muchos lugares en
parís, nos dimos cuenta que era un fraude lo que nos cobraban las guías de
nuestro tour. Nos cobraban 70 € la entrada a un museo, cuando la entrada a ese
museo, en taquilla costaba 7 €. Es un buen tip, comprar las entradas en la
misma taquilla.
Después continuamos con nuestra
travesía por los demás países, hasta llegar a roma. Mi hermana nos esperaba con
mucha alegría, y así cumplimos un mes de vacaciones. Desde aquel viaje,
procuramos salir cada año a un viaje largo; y ahora que soy mayor, cada que hay
vacaciones escolares, me voy de viaje con mis amigas. Somos un grupo de mejores
amigas, por lo general siempre nos vamos a puerto Vallarta, Jal. Hasta hemos
ido a Cancún. Siempre trato de asistir a los viajes escolares o relacionados
con mi carrera que es arquitectura; en septiembre pasado, fui a un congreso de
arquitectura con mis amigas, en el hermoso estado de Querétaro.
En verano del 2012, fui a conocer Barcelona,
y es uno de los viajes que más he disfrutado. Me encantó su arquitectura y su
estilo de vida, es de las ciudades que me gustaría en algún momento de mi vida,
vivir en ella. Al llegar a roma, íbamos a visitar un pueblo llamado toscana,
viaje que decidimos irnos en carro y mediante un GPS; pasaron las horas en el
carro y nos perdimos, pero fue una pérdida agradable, ya que vimos paisajes
hermosos, completamente limpios de contaminación, viñedos, campos, etc.
Uno de los viajes que más disfruté
sería a Vallarta a finales del verano pasado, con mis amigas. Lo disfrutamos
mucho ya que, nosotras lo pagamos completamente, y como fue temporada alta todo
estaba más caro, y al ser pagado de tu dinero y tu esfuerzo, se disfruta más,
duramos una semana consintiéndonos como queríamos y descansando.
Actualmente estoy planeando mi
próximo viaje, esperando tener nuevas aventuras y conocer nuevos paisajes.